Anteriormente expusimos que el Islam, desde sus inicios, ha creado una sociedad basada en principios divinos y los más altos valores espirituales. En la escuela de pensamiento islámica, hasta los primeros tiempos no había cabida para teorías racistas o preferencias de ningún tipo, excepto tener fe en Dios y hacer buenas obras.
Este principio está perfectamente reflejado en la vida, obra y palabras del noble profeta, por ejemplo, ahora les traemos un famoso Hadiz, el dicho del mismo Mensajero de Dios: "Allah, el Altísimo, castigará a aquellos que tienen sentimientos de racismo en sus corazones, aunque este sentimiento fuera tan pequeño como un grano de trigo, y en el día del Juicio tendrá un final como los de la era de la ignorancia”. Este principio en realidad significa que el valor por el cual se mide a las personas es mucho más que afiliaciones étnicas o raciales.
Según el Islam, todos aquellos que creen en los principios de esta fe son considerados musulmanes y pueden beneficiarse plenamente de las leyes previstas para la gran Ummah. Según esta definición, todos los musulmanes son iguales independientemente de su origen étnico, color de piel o idioma.
La jurisprudencia islámica no solo respeta a todas las razas y etnias, sino que las trata por igual tanto social como individualmente.
Más allá de la diversidad étnica y racial dentro de la gran comunidad islámica, también existen minorías religiosas que están protegidas por el gobierno islámico y, sobre la base de la ley coránica y la sharia, tienen derecho a disfrutar de las mejores condiciones de vida y practicar el culto.
Actualmente, según la constitución de la República Islámica de Irán, que es un sistema de gobierno basado en la ley islámica, todos los miembros de comunidades religiosas minoritarias, como cristianos, armenios, judíos y zoroastrianos, se consideran ciudadanos iraníes en todos los aspectos y disfrutan de libertad de culto. y Cultura.
En realidad conviene recordar que la palabra minoría religiosa forma parte de la terminología occidental y en el Islam nunca se habla del principio de mayoría o minoría, sino del pueblo del Libro. Este tipo de título con el que el Sagrado Corán reconoce a los fieles de otras religiones, no sólo los protege dentro del círculo de creyentes pertenecientes a las religiones abrahámicas, sino que subraya su respeto aunque sean de forma diferente. Ley islámica que sitúa a los creyentes de otras religiones en la gran comunidad monoteísta, pero les pide que respeten los acuerdos estipulados y las leyes islámicas vigentes. Al respecto, el primer verso de la Sura Maida dice: “Oh, creyentes, respetad vuestros compromisos. Los animales de los rebaños os están permitidos, excepto el que os recitaremos. No cazéis cuando estéis en estado de santificación. Allah ordena lo que quiere".